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El sector de la distribución a horeca reivindica su papel en el mercado

Añade que el consumo de alimentación y bebidas diferencia lo que es el consumo dentro y fuera del hogar. «La horeca representa al consumo fuera del hogar y, según los últimos datos, representa un tercio del consumo total de alimentación y bebidas en España», aclara. Matiza, además, que en el sector hay cuatro actores: los fabricantes, los distribuidores, los establecimientos y el consumidor, el gran protagonista porque su cambio de hábitos, afecta a toda la cadena.
Tras esta puesta en escena de todos los actores dentro de horeca, José Manuel Fernández, matiza que lo que determina a este sector es que la hostelería está muy atomizada; es decir, hay unos 300.050 puntos de venta de hostelería, 243.000 bares, 82.000 restaurantes, 15.200 cafeterías y colectividades -restauración de empresas, hospitales…-.
Otra de las características del sector es su gran concentración en Madrid y Barcelona, y su dispersión por España, puesto que en cualquier pueblecito recóndito de Asturias o Galicia también hay un bar donde llegan los distribuidores con sus productos. «Llegar a estos sitios es compliado y la entrega media es de 10 a 12 bultos -cajas- con productos diversos como cerveza, agua, refrescos, productos de alimentación como aceite, etc. Menos de cinco bultos sería una entrega a pérdidas por el margen que hay en el mercado», asegura el presidente de la asociación.
Fernández añade que son grandes desconocidos porque han vivido muy vinculados a los fabricantes. Incluso el camión que utilizan para el transporte de la mercancía es de la empresa de distribución y, aunque en él se pueda leer, por ejemplo, Fontbella, el vehículo no es de la marca. «Antes el fabricante llevaba mono producto, pero hoy no se puede sobrevivir así. El negocio del distribuidor ha evolucionado y hace sólo 15 años suministraba también a los supermercados de las zonas asignadas, los Carrefour o Mercadona de turno -asegura-. Como hubo una concentración enorme de la alimentación moderna, los distribuidores demandaron a los fabricantes suministros a plataformas y ellos hacían su propia distribución, y el distribuidor dejó de ser necesitado y los fabricantes prescindideron de ellos. Sin embargo, ganaron todo lo que el fabricante hacía directamente en las grandes ciudades».
Dependencia de fabricantes
De la facturación del sector, un 20% viene dada por servicios de transporte por cuenta de los fabricantes a las grandes cadenas de horeca. Compra a uno o tres proveedores donde adquiere una gama de producto y a su vez tiene vendedores que van a su establecimiento. Hay un 20% que en la horeca organizada hace acuerdos con los fabricantes, le factura, y el distribuidor hace una labor logística. Entrega el producto a los establecimientos y el fabricante paga una comisión. Son empresas muy pequeñas y no organizadas. «No había ninguna patronal y sí gran dependencia de los fabricantes y ahora en medio de fabricantes y clientes está el distribuidor, y tras la época de las vacas gordas con grandes volúmenes ahora, en la cruda realidad, no se ha pensado en el futuro en cuanto a inversiones, ni salir de la precariedad en el reparto».
El distribuidor hace de chófer, de repartidor, le hacen subir al local con su carrito, colocar la mercancía y, además, otras muchas cuestiones que no son propias de su labor y que aún están sin resolver .
Desde la Federación luchan por estas cuestiones como por facilitar el trabajo de entrega de la mercancía desde que el camión aparca hasta que se va. «Como no hay una preocupación por entender nuestro trabajo contamos con muchas carencias y dificultades para un correcto desarrollo en nuestro sector».
Consumo
Futuro
«Lo que más nos preocupa es el cambio de hábitos ya que la caída del gasto en la noche por parte de los jóvenes es espectacular. Entre semana cae mucho el consumo, los clientes se concentran más el fin de semana, pero con menor gasto. El ocio se hace más en el hogar, y al trabajo muchos empleados se llevan la tartera. El futuro no sabemos muy bien por dónde va porque durante 2009 ya han quebrado 15.000 locales», apunta Fernández.